El alto de EL Cerrazo se encuentra a unos 1,300 metros de altura y se puede llegar allí por el camino de Las Placetas-Donajá o por Juncalito-Rincón Llano.
En aquel lugar se formó una comunidad muy laboriosa, como todas aquellas de la alturas nuestras. Para la decada 1950-1960 construyeron la capilla del sitio la que aún se mantiene en magnifico estado. Su altar fue tallado por uno de los lugareños y muestra todavía los delicados detalles dejados sobre la madera por sus manos fervorosas. El exterior de la construcción fue revestido con laminas de zinc, para ayudar con las bajas temperaturas.
Anualmente se realiza una peregrinación a esta capilla.
Con el paso del tiempo, la caída que sufrieron los precios del café, mas la posibilidad de incluir esta zona dentro de uno de los parques nacionales, contribuyeron a que los habitantes de El Cerrazo emigraran en diferentes direcciones, por eso hoy las personas que se pueden encontrar en el lugar son habitantes de paso.
Las noches son frías y los amaneceres limpios al extremo, en la distancia, por un lado se pueden observar los trabajos de la nueva presa sobre el rio Jagua y en las noches las luces reflejadas de Santiago, hacia el sur la negritud de las montañas y la inmensidad del cielo estrellado.
Si conoces sus nombres, en El Cerrazo, puedes saludar a los invisibles caminantes a cualquier hora.
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